Parece que todos estabamos esperando a que acabara de llover para volver a coger las monturas, la Senda del Mig fue la excusa para que los que no apretaron mucho el viernes con las becerradas se atrevieran con ella. Hasta 22 compañeros emprendimos la marcha, no sin antes reparar algún que otro pinchazo, por el cauce del Magre con una pedalada, la verdad mas que tranquila al principio, hasta llegar a Alfarp donde la maravillosa senda, para el que suscribe así le pareció, aunque probo el suelo o mejor dicho las piedras, un par de veces, nos aguardaba. Nos adentrarnos en un paraje frondosísimo que embelesaría a cualquiera, y como ratones en un laberinto nos desorientamos sin encontrar el queso. Allí había más tráfico que en Sueca en pleno agosto.
Buen almuerzo de caballo, especialidad de la casa, para algunos y vuelta casa, aunque 5 que queriamos más y lo hicimos por Los Lagos buscando nuevas rutas por las que disfrutar.
Hasta próximas ediciones JuanBa y Javi
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