
Como furtivos en día de caza, parecíamos todos los asistentes en la ruta del sábado, lamentar alguna baja aunque no sea de nuestra cuadrilla. Escondidos entre naranjos cual marrano en época de caza, decidimos afrontar la subida del realenc con más ganas que fuerza, el pelotón se estiro muchísimo, pero la subida dura y técnica, no era para menos. Después de recomponer el grupo, la bajada fue como por una autopista, esta recién arreglada, pista ancha, buen pavimento y ganas de ir fuerte, fueron los ingredientes para deslizarnos rápidamente hasta la cantera. 
Un buen almuerzo para recuperar las fuerzas y dispersión de ciclistas para no aparentar los 22 que éramos. Unos por trialeras, otros por caminos escondidos con pruebas de rutas nuevas y otros por asfalto para llegar cuanto antes a casa.
Nos vemos pedaleando. E.T.

Un buen almuerzo para recuperar las fuerzas y dispersión de ciclistas para no aparentar los 22 que éramos. Unos por trialeras, otros por caminos escondidos con pruebas de rutas nuevas y otros por asfalto para llegar cuanto antes a casa.
Nos vemos pedaleando. E.T.
Si sabeis contar conmigo no conteis. Para lo de Catarroja