Después de tanta procesión, nos dispusimos algunos penitentes a quemar nuestras penas en un sacrificado nuevo cambio de horario y una ruta que algunos padecieron más que llevando el anda.
Antes de subir la minga, procedimos a subir un viacrucis desde llombai, para ir haciendo boca, la trialera de subida, para calentarnos las piernas y afrontar la minga con más ganas que fuerza, a la llegada a la cima, habíamos perdido algunos miembros del equipo de salida, unos por llegar antes a casa y otros por alargar la ruta.
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Los que continuamos la ruta original, disfrutamos de una trialera que hacía años que no pasaba, solo desmarcar un tramo intermedio que es para los más intrépidos y para terminar de ganarnos el preciado bocadillo después de comer pescado durante unos días, bajamos la trialera a llombai que tanto nos había costado subir.
B ocadillo de caballo con canajillo de la casa y caza a un grupo de ciclistas, para después descolgarnos y recuperar grupo, como siempre todos juntos a casa, pero no revueltos.
Nos vemos pedaleando E.T.
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