PANCHOS BIKE ALGEMESI

Sábado día del trabajador.
Hoy el punto X era un hervidero de gente, desde todas las calles íbamos acudiendo, nada más ni menos que cuarenta y tantos nos dábamos cita. Casi nos podían anunciar como los "CUARENTA LADRONES DE ALIBABÁ"

Entramos en el río Magro dónde más bien parecíamos un sutnami levantando a nuestro paso piedras, ramas, cañas etc.

Llegamos a tierras de Carlet y aminoramos la marcha para reagrupar el grupo; valga la redundancia.

Después de hacer un buen rodaje y con ganas de meterse un buen bocadillo en el cuerpo el problema siguiente era: ¿dónde meter 38 tíos para almorzar?
Al final el polideportivo de Real de Montroy es el sitio de quedada.

Echamos una mano al dueño del bar como buena gente que somos, montando más de siete mesas tablero CHÉ TÚ como pa una boda, algunos se metieron entre fogones otros bandeja en mano, café va y café viene ¡VAYA TELA!
Después del almuerzo Jose luis y Bernat, nos deleitan con sus saltitos a la misma puerta del bar.

A la salida de éste y con las tripas llenas nos toca subir lo antes andado, parece que nuestras rueda tienen pegamento y se hace duro llegar hasta la senda "la preciosa" hay que adentrarse en ella para ver tan bellos parajes.

Tenemos una avería gorda, Miguel arranca la patilla del cambio de cuajo por lo que había que ingeniárselas para poder llegar a Algemesí, mientras el resto servíamos de pasto para los ARABICS o mosca negra.

Un rato más tarde algunos se volvían por el margen del río entre ellos un servidor.

Posdata: Al día siguiente tuve que ir al ambulatorio a pincharme para rebajar la inflamación,ya que tenía las piernas como botas a consecuencia de las mordeduras de la mosca negra.

SALUDOS JUANBER


La ruta de hoy tocaba por la zona de la boscosa, en el punto de encuentro se decide ir por la atalaya y bajar por el corta fuegos para luego descender "els pinets". Pero lo bueno de la ruta esta vez ha sido en el bar. Después de darle el susto a la camarera y a la cocinera, cuarenta tíos así de sopetón.
Los panchos se ponen manos a la obra en montar la mesa, sacando los tableros, las sillas, copas y demás enseres, pero la cosa no acaba ahí , incluso entrando en la cocina para preparar los bocadillos, después de los bocadillos como buenos camareros toca el café y las copas, cobrar y para casa.
La vuelta fue un poco más catastrófica, una rotura de patilla y unos cuantos pinchazos así que una caja de mini parches para casi todos.


A.O.