Son tantas las anécdotas y experiencias que rondan por mi cabeza, que no sé por dónde empezar.
Primero agradecer a todos los que nos han apoyado en esta aventura, desde los que nos han aguantado en las salidas, hasta nuestras familias, niños y amigos que han tenido que sufrir nuestros comentarios, entrenamientos y nerviosismos preparatorios de tan gran evento.
Todo comenzó cuando llego un correo a mi dirección, en el que venía toda la información relacionada a una prueba “ pedals de foc non-stop 2010 “ de la que habíamos oído hablar, pero de la que no teníamos mucho conocimiento de ella. Después de realizar un primer sondeo y varios almuerzos, nos vimos enfrascados sin saber cómo, en la mayor aventura, hasta el momento, de toda mi vida.. Comenzaron los entrenamientos, sin mucho tiempo, como siempre, enfrascado en alguna que otra carrera, junto con comuniones y diferentes actos sociales, a los cuales no se podía faltar.
El tiempo se nos venía encima y los entrenamientos no eran todo lo intensos que requería la prueba, pero por desgracia tampoco podíamos hacer mucho más.
Sin darnos casi cuenta, nos vimos preparando ya las maletas, solo habiendo realizado una ruta preparatoria para ultimar los detalles del viaje.
Comenzamos el viaje con muchas ganas, nervios, risas y comentando todo lo que suponíamos se nos venía encima, para tenerlo lo más controlado posible, sin contratiempos de última hora.
La llegada a Vielha fue impactante, salir del túnel y descubrir todo el pirineo en su mayor esplendor, era señal de que lo que parecía un sueño estaba siendo una realidad. Llegamos al hotel, descargamos todo el equipaje y nos dispusimos a realizar un reconocimiento de la ciudad, buscar los dorsales y terminar de preparar las bicicletas para el día siguiente.
Los nervios, el exceso de comida y algún alimento en mal estado no me dejaron dormir en toda la noche, por lo que cuando llego el momento de levantarme estaba más cansado que cuando me acosté y con un dolor de estomago, llamado gastroenteritis, que no me dejo ni desayunar.
Procedimos a agruparnos en el punto de salida y a las 5 h. empezó nuestra odisea, primer contratiempo, acostumbrados a la ribera, con una hora de calentamiento para ir acostumbrando las piernas, nos encontramos desde el inicio, aunque no sale en la grafica, con una rampa de unos 2 km al 15 % para ir calentado un poquito, ya que hacia frio. A Juan le empezaron a saltar los piños grandes, porque desde la salida teníamos que hacer uso de ellos, la imagen era inolvidable, como si de una marcha nocturna se tratase, 220 intrépidos BTTeros comenzaron una de las pruebas más duras del panorama nacional, subidos sobre sus monturas e iluminados cual árbol de navidad. Sin saber muy bien donde nos encontrábamos y guiados por la inercia del grupo entramos en el túnel de Vielha, cortado al tráfico para tal ocasión ya que en ningún momento se permite la entrada a bicicletas por esta vía.
A la salida, ya se apreciaban las primeras luces del día, empezamos a tocar las primeras piedras, a mojarnos con los primeros arroyos y cascadas de los deshielos que iban cruzando nuestro camino, con sus primeras bajadas técnicas, con la suspensión bloqueada por avería. El grupo se fue estirando, cada uno interpretaba el road-book como creía oportuno y después de los primeros nervios de la salida, empezábamos a situarnos en nuestro sitio y a nuestro ritmo. Sendas, pistas, ríos, barrancos, caminos, primeros pueblos escondidos y por fin el primer avituallamiento. Todo esto controlado por Jose que con su experiencia, sabiduría y situación, iba indicándonos el camino junto con la intuición de los tres.
El miedo a perderte, no nos deja avanzar lo rápido que podríamos, pero tampoco interesaba, la ruta era muy larga y dura para empezar desde el principio a machacarnos, por lo que nos lo tomamos con mucha calma.
Con risas, eruptos y frases como ¿¿¿ Juan, estaz ahi ??? o !!! Enrique, manifiestate!!! llegamos a la cima del segundo collado del día km 43, COOL DE SERRERES, donde comenzó el primer calvario, una trialera de 4 km y medio entre rocas mojadas sube y baja, “Ribagorça Románica”, prácticamente realizada a pie por todos los que nos juntamos en este tramo, muy bonita para senderistas, pero jodida para llevar la bicicleta de la mano. Peligro!!! escaleras, los tres pensamos que estábamos sobrados, pero cuál fue nuestra impresión al comprobar que no son las mismas que conocemos en la zona, eran casi a 90º, de madera y mojadas, junto con barro, los ojos se nos salían de nuestras orbitas.Por fin un poco de tranquilidad, pudimos rodar siempre entre rampas duras e interminables por una zona bonita, un descanso para tomar unas fotos en el COLLADO DE SAN SALVADOR km 52 y segundo avituallamiento GOTARTA. Teníamos los pies mojados, llenos de barro y la cadena seca de tanto riachuelo, por fin podía comer un poco de tarta de manzana. Revisamos las bicis y pedimos un poco de aceite, pero solo tenían un bote y todos los de delante lo avían terminado, por lo que tuvimos que continuar hasta el siguiente avituallamiento con lo que llevábamos puesto.
Primera avería del día, rotura de cadena por mi parte, en una de las rampita de subida al Coll de SAS y en uno de los cambios al 32, no aguanto más, menos mal que veníamos preparados y en un momento que aprovechamos también para descansar, reparamos y continuamos subiendo.
Entre pistas, caminos y algún desconcierto en los cruces de caminos, siempre mirando el contakm y el road-book, los tres nos dirigimos al tercer avituallamiento en LES ESGLÉSIES, llenamos las botellas y mochilas de agua e isostar, comimos otro trozo de tarta de manzana con una barrita, preguntamos si tenían aceite y tampoco les quedaba. En este sentido, la organización no dispuso de suficiente aceite y tampoco de botiquines para las posibles averías y golpes que se pudiesen presentar en una marcha de larga duración, pero como advertían desde el principio, teníamos que ser auto suficientes.
Comenzamos la ascensión al Coll d´Oli, con una temperatura de unos 35ºC, sin viento y despojados de toda la ropa del principio, afrontamos un tramo con unas rampas donde aprovechamos todo el hierro del que disponíamos, para subir sobre nuestras bicis, pasamos a unos 10 participantes que subían caminando, siempre entre ánimos, risas y sufrimiento. Al terminar estas durísimas rampas, Juan inexplicablemente pincho el tubeles trasero, todas las posiciones que habíamos ganado en la subida se desvanecieron, menos mal que era una marcha para disfrutar de la naturaleza de los pirineos. Cuando terminamos la reparación y agradeciendo el descanso, realizamos una ruta sin marcas, solo con algunas flechas amarillas pintadas sobre rocas, tramo no ciclable para algunos mortales en el que tuvimos que transportar nosotros a nuestras monturas, otra horita más disfrutando del paisaje pirenaico entre sendas, riachuelos y piedras.
Despues de rodar siempre de subida unos 10km por caminos y asfalto, llegamos al cuarto avituallamiento, ESPUI base del coll del Triador, donde realmente empieza la prueba, llevavamos unas 10 h pedaleando, 100km, las fuerzas empezaban a flaquear, la falta de alimentación por la gastritis empezaba a provocar calambres en las piernas, la moral estaba bastante baja, el panorama era deprimente muchos de los allí presentes estaban esperando taxis para volver a Vielha porque habían abandonado, era el único avituallamiento que había pasta y comimos un poco. Para terminar de animar el momento, se cerró el cielo, se puso a diluviar y a caer piedra. Los valientes que estaban subiendo el Coll del Triador, bajaban raudos y veloces para abandonar la prueba. Entonces oí una voz que me decía, “ vamos a abrigarnos, ponernos los chubasqueros y continuamos, que aquí nos estamos enfriando”, me sentó como una patada en mi dolorido culo, pero tenía razón, me aclame a toda la gente que estaba padeciendo como yo, pero en casa, y saque fuerzas de flaqueza, salimos de debajo de nuestro refugio, una sombrilla de cocacola, nos pusimos toda la ropa que nos aviamos quitado más el chubasquero y recuperamos nuestras bicis.
Con más moral que el patito feo, nos dispusimos a afronta una altimetría de 1400m de desnivel sin ningún respiro, cual fue la sorpresa al comprobar que después de mi arranque de valentía, el cambio trasero de mi bici no funcionaba, me lo habían doblado en el avituallamiento, vuelta a parar lloviendo y gracias a una piedra que sirvió de martillo conseguimos que por lo menos se moviese a veces, aunque tenía que subir dos coronar y bajar una, para tenerme más entretenido.
Chino, chano fuimos pasando los metros entre algún ¡!!!! Hay , hay hay ¡!!! De las rampas que tenía en las piernas. A las dos horas conseguimos culminar el Coll del Triador, ya teníamos la prueba en nuestro bolsillo, por lo menos eso creíamos, recuperamos las fuerzas en otro avituallamiento y se unió a nuestro grupo un catalán llamado Manuel, que no sabía si abandonar o pegarse a nuestro ritmo para intentar terminar la primera parte de la prueba. Continuamos pedaleando unos 20 km por pistas, más subidas que bajadas, entre prados y hielos para llegar al punto más alto de la prueba, el Coll de la Portella y Coll de la Creu de L´Eixol. Por fin bajadas rápidas por pistas rapidísimas entre barro, agua y frio, una media hora pendientes de no desviarnos del buen camino, con los ojos medio cerrados y las manos entumecidas.
Llegamos al primer control de la prueba, Espot y sí realmente “espot aconseguir” gracias a la gente que te rodea, sobre todo a Juan y a Jose que son dos grandes sufridores, grandes amigos y muy grandes compañeros de ruta. La organización nos subió al hostal, donde nos pudimos duchar con los zapatos puestos, para eliminar el barro acumulado, ponernos ropa seca y limpia que teníamos preparada en la bolsa que transporto la organización y bajamos a cenar para recuperar fuerzas. Por fin podía comer solido sin tener problemas con el jodido estomago. Luego nos tocaba limpiar y reparar como pudimos las bicis, para tener los menos problemas al día siguiente, el problema lo teníamos con el aceite, no sabíamos si quitarlo de la ensalada o robarlo de algún coche, al final un compañero nos dejo un poco para salir del paso.
A las 7:00 Salimos de Espot todos los participante que conseguimos llegar del día anterior de la categoría PLATA. Como si de un día normal se tratase, empezamos a pedalear sin problemas, tirando del grupo, ya que Jose nos aconsejo apretar al principio por que había una trialera jodida para llegar en grupo. Era increíble, no había cansancio, no dolía el culo, parecía otra prueba, por caminos, carreteras y con trialeras ciclables, entre pinos milenarios. Solo nos quedaba el barro del día anterior y los numerosos riachuelos provocados por las lluvias del día anterior, pero esto estaba superado. El único que iva tocado era Juan, que no pudo dormir en toda la noche y como no sabíamos lo que nos quedaba por delante, “ gat ascaldat en aigua calenta li sobra”, era el más previsor.
Los km y el tiempo pasaba rapidísimo, podíamos pedalear rápido, sin rampas infernales y el paisaje era impresionante, la senda que empezaba en el pueblo de SON era de las que más me gusto de toda la prueba. Continuamos pedaleando disfrutando del magnífico día para llegar al Valle de Aran y a nuestro avituallamiento del día, un pueblecito precioso llamado MONTGARRI, repusimos fuerzas y continuamos nuestro largo camino, al momento Juan grita, “ otra vez jodido”, no problema, sacamos los trastos y nos pusimos a reparar el segundo pinchazo, siempre mirando hacia atrás por si venían nuestros rivales.
Salimos de las pistas para llegar al parking de Pla de Beret, vimos el nacimiento de un potro y nos dispusimos a bajar por unas sendas espectaculares, empezando por agua y piedras para terminar por barro, pero siempre bajando y siguiendo el libro de ruta que en algunas ocasiones nos despisto bastante. De nuevo Juan empezó a renegar, tercer pinchazo de la prueba, reparando y mirando hacia detrás, eso ya no era normal, tres pinchazos sobre la misma rueda, esta vez un jodido vidrio y cuál fue nuestra sorpresa al ver pasar a siete ciclistas que venían en pelotón siguiendo nuestros pasos, a Juan no se le ocurrió otra cosa que gritar “ Enrique por Dios arranca, arranca como sea” , las risas se apoderaron de los tres, no podíamos dejar de reír y no teníamos fuerzas para reparar la avería. Nos pusimos de nuevo en marcha para intentar coger al grupo delantero, pero habíamos pedido mucho tiempo y las fuerzas no estaban para tirar cohetes, encima control sorpresa, parar y firmar para comprobar que todavía estábamos vivos.
No tenía ni idea de donde estábamos, solo tenía ojos para el libro de ruta y no equivocarnos, cuando de repente me encuentro dentro de Vielha a escasos 100 m de la meta, la alegría se apodero de mí, lo habíamos conseguido, los tres juntos, como un gran grupo que éramos. Yo esperaba un gran recibimiento para tan gran azaña y nos encontramos solos frente al arco de llegada con algunos miembros de club ciclista garraf que esperaban a sus compañeros, eran los únicos que nos montaron algo de fiesta a nuestra llegada. Recogimos nuestro ansiado mallot, imagen inequívoca de haber conseguido llegar al final de la prueba NON-STOP, solo hecho para algunos mortales y nos hicieron unas fotos para el recuerdo, aunque os aseguro que no se me olvidaran algunas imágenes que están grabadas a fuego y agua en mi mente.
Agradecer el apoyo de Jose y Juan que con ellos se pudo realizar esta prueba mucho más agradable y llevadera.
Datos PEDALS DE FOC NON-STOP 2010 26 Y 27 DE JULIO
DISTANCIA: 220KM
ALTIMETRIA ACUMULADA: 6000m
PARTICIPANTES ORO: 186 TERMINADOS ORO: 131
PARTICIPANTES PLATA: 38 TERMINADOS PLATA: 34 TERMINADOS FEMINAS: 2
RETIRADOS : 57
TIEMPO PRIMERO ORO: 11:26 h
TIEMPO PRIMERO PLATA: 13:00 h
NUESTROS TIEMPOS: POSICIONES PANCHOS BIKE ALGEMESI : 15, 16 Y 17
JOSE BOTELLA: 19:48 h
ENRIQUE TRISTANTE: 19:48 h
JUAN BELCHI: 19:48 h
TIEMPO SOBRE LA BICI 17:30 h.

0 comentarios